II. 04/04/2022 - 10/04/2022

Una fruta que se pudre por ser verde

En la clase correspondiente a la semana del natalicio de Gabriela Mistral, el profesor Richard Bravo continuó sus enseñanzas citando el último texto leído, que pertenecía a Izarra. Y sobre los profesores la pregunta ¿cómo me veo y cómo nos ha visto la sociedad? 

En torno a las lagunas de la docencia, recordé mi última experiencia en el sur de Chile, en una isla dentro de un lago y mi encuentro con dos docentes de distintas generaciones.

En verano de este año conocí Huapí, isla en mapuzungun, ubicada en el lago Ranco, en la región de Los Ríos; viajé con un amigo docente (profesor en la escuela libre fundación Remolino) que estando ya en la isla me comentaba que se lo ocurrían varias ideas para ejecutar en sus clases. (Notas de bitácora personal) 

Una era que podría enseñarle las fases de la luna a un infante a través del cuento de un conejo que comía verduras salteadas o que podría hablar de distintos tipos de lenguaje, al ver las raíces conectadas de los árboles de la isla.

 El alejarse de la urbe para poder recolectar ideas para llevarla a la docencia, pienso ahora.

 Y en esa isla, antes que nosotros, había llegado una ex profesora nortina, que había sido chilenizadora. Una profesora que había hecho clases en Calama y que ahora estaba en esa isla sureña de vacaciones. La profesora contaba sobre sus “niños” y “niñas” (la visión paternalista de las que nos habló el maestro Richard Bravo) Comentaba que los llevaba fuera del país gracias al general Bachelet, el cual lo nombraba con gran admiración. Les hacía clases de música y danza y convencía a los chicos para elevar a las mujeres apelando a su hombría “por qué va ser afeminado levantar a tu mujer”, decía. Su identidad como profesora, a pesar de estar jubilada y fuera de ejercicio, nunca la abandonaba. Al rato era muy curioso verla en la playa del lago Ranco, con tacos, entre los guijarros. Tenía una edad elevada pero sus piernas de profesora continuaban a pesar del paisaje y no estar en una sala de clases. En cambio, mi amigo el docente, seguía recolectando información de la naturaleza para sus clases. Allí en esa isla, recuerdo dos caras de la docencia. Una que buscaba identidad en la naturaleza misma de Huapí y otra que recordaba otro Chile con una misión nacionalista, con figuras que fueron torturadas y asesinadas. ¿pero qué ocurre hoy en las salas de clases? 

Mapa Topográfico de Isla Huapí en el Lago Ranco, Chile

En los diarios de este Chile, que a veces no se sabe si es Norte o Sur, sino La Serena; se ha llenado de las noticias de violencia afuera y dentro de los recintos educacionales. Y por la desconfianza en carabineros de Chile, no puedo dejar de pensar en las advertencias del maestro Richard Bravo ¿se achacará a los profesores la función de orden social? ¿por qué el profesor no puede estar solo en el ojo del huracán de la enseñanza? Poder aprender en su recinto de trabajo.

Hasta el día de hoy que escribo esta bitácora, tenía una pequeña esperanza que el colegio me daría el tiempo para desarrollarme como docente y porque no, como artista. Pero tiene razón el profesor, revisando mis recuerdos sobre mis profesores, noto que nunca vi un interés más allá de su materia a enseñar. Nunca los vi como humanos que educan sin estar a merced de la carga horaria. Teniendo toda la posibilidad, digo la posibilidad lógica que la educación es o debería ser un motor de la misma educación. De verdad es lamentable…