III. 11/04/2022 - 17/04/2022
En la clase de la semana papayo, el profesor Richard Bravo en su única clase del martes 12 (por suerte no era 13) expuso tres casos publicados en el diario El Mercurio; una tríada de profesores esenciales para entender los dramas del conflicto de identidad docente.
En el diario La Región de Coquimbo de esta semana (sábado 16/04/2022) salió la noticia en portada “Profesores indignados por nuevo reglamento. Colegio de profesores de Coquimbo y Andacollo dio a conocer que el Servicio Local de Educación Puerto Cordillera, «entre gallos y medianoche», empezó a aplicar un nuevo reglamento interno, que a juicio de los docentes vulnera una serie de derechos, como la asociación en actividades gremiales, por lo que acudieron a Contraloría para que se revierta la medida”
Como explicaba el maestro Richard, los profesores han tenido cambios importantes en la historia de Chile como reconocerse trabajadores en la época de la Unidad Popular o entre las luchas sociales que después son disfrazadas con soluciones parche. Una de estas soluciones parche es que la educación no esté a manos de las municipalidades, pero sí de otras entidades que no son el estado.
La ciudad papaya, La Serena, aún no lo logra, pues aún
está bajo el alero municipal con la Corporación Gabriel González Videla. La
queja del colegio de profesores con el Servicio Local de Educación Puerto
Cordillera, es que en el nuevo reglamento prohíbe a los docentes manifestarse
en espacios públicos en sus horas libres, cosa que impediría los derechos esenciales
de todo ser humano, y más de los docentes que necesitan de gremios para hacer
valer sus derechos laborales.
Curioso el nombre de esta nueva corporación, Puerto Cordillera… me hace
pensar en un interior sin posibilidad de salida al mar, pero con toda la
motivación del nombre de serlo. Esto demuestra que hay cosas que podrían sonar
lógicas para un momento sanitario, pero que los profesores tienen que pagar con
su libertad nuevamente.
Recuerdo que cuando estudiaba Teatro, en el ramo de Teatro Callejero y no realista, dictado por el profesor Rodrigo Medina, dos compañeros eran docentes, en ese entonces trabajaban en el colegio San Nicolás de La Serena. Y en un ejercicio callejero, fueron vistos por unos alumnos, que a esas horas de la tarde, paseaban.
Se preocuparon bastante.
El ejercicio teatral a realizar era simple: lo que duraba el semáforo tenías que realizar una acción impactante.
Estos dos docentes actuaron como gorilas, empezaban a lanzarse la basura que estaba acumulada esa noche, y se golpeaban como barristas del club deportes La Serena.
La mala suerte de estos dos docentes, aparte de que pasaban alumnos de su colegio, es que un carabinero se espantó y llamó de inmediato una patrulla para realizarnos control de “identidad”. Por suerte no nos fuimos detenidos, pero si recibimos un sermón del sargento: para mí lo que hacen no es teatro, sino realismo.
Quizás estábamos realizando un pésimo ejercicio teatral.
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